MINISTERIO DE MUJERES MIVE Y PROYECTO MAGDALENA: ESHET JAYIL. LA MUJER QUE DIOS AMA

LA MUJER QUE DIOS AMA

PARA NO VOLVER A MIRAR ATRÁS.

…y quedó solo Jesús, y la Mujer que estaba en medio.

Enderezándose JESÚS, y no viendo a nadie sino a la Mujer,

le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban?
¿Ninguno te condenó?

Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces JESÚS le dijo:
NI YO TE CONDENO; VETE, Y NO PEQUES MÁS.

La Mujer que Dios ama necesita tener un encuentro espiritual con Jesús el verdadero líder Espiritual y social por excelencia.

Toda Mujer necesita saber que Jesús es Dios y él quiere que ella sepa que el le ama con amor eterno a precio de su sangre.

La mujer que Dios ama es un vaso frágil, es su obra perfecta de inapreciable valor, y El su único dueño y Señor, demanda que sea cuidada, amada y respetada por todos.

En el medio familiar como: Abuela, madre, esposa, hija, niña, hijastra, hermana, nieta, tía, sobrina, prima, nuera, suegra, cuñada.

En el medio social como: viuda, separada, huérfana, amiga, vecina, compañera de estudio o de trabajo.

En la iglesia como: hermana y sierva de Dios de cualquier condición social.

Todos debemos ver en la mujer que está a nuestro lado la oportunidad de actuar en justicia, amando, haciendo bien y respetando.

Para manifestar que amamos

a Dios y le obedecemos.

Tu día Mujer se originó justamente en un hecho forzoso en el que una Mujer fue traída ante JESÚS con una grave acusación de pena de muerte y quien, aunque culpable, fue observada por él en su interior, viendo en ella a una persona con valores afectados, con derechos vulnerados, como todas las de su época hasta hoy.

Tu día Mujer inicia en un encuentro, el cual tiene relación con la obra de muerte y resurrección de JESÚS, y ese día es ahora, según la oportunidad que HOY tienes para que reconozcas que como consecuencia de no tener una genuina relación con Dios, has quedado en manos de las circunstancias, del hombre, del sistema, y de ti misma; de tus propios apetitos y deseos, de tu soledad y tristeza, de tu impotencia y dolor, lo cual son eslabones con los que has elaborado tu propia cadena de fracasos.

Debes saber que tal cadena de situaciones es señalada por Dios como pecado, por no creer en él y por hacer dioses de las cosas y personas o tener a las cosas y a las personas como objeto de placer.

Como Mujer te has sometido a todo ello buscando soluciones, queriendo ser libre o simplemente por placer como alternativa para escapar, y así, le has dado más importancia a las circunstancias, al hombre y a las cosas, que a Dios, pero en realidad, sin saberlo, has llegado a ser más sometida a esclavitud y a consentir contra ti toda suerte de injusticias.

Como la Mujer valiosa que eres, serás verdaderamente libre para no estar más sujeta a todas las formas de explotación y de esclavitud que te han mantenido oprimida en toda tu trayectoria.........

.........Cuando entres en contacto con JESÚS y sostengas un encuentro con Él como Señor y Dios, y reconozcas que no has creído en él, de lo cual nace tu condición de pecado y, de inmediato, le pidas perdón sabiendo que él es tu salvador personal.

A partir de éste único acontecimiento eres libre y tendrá verdadera importancia tu día como Mujer basado en el reconocimiento de tu valor total, ya que te habrás acogido al justo veredicto de JESÚS: MUJER, NI YO TE CONDENO, VETE, Y NO PEQUES MÁS.

MUJER, Esta resolución de libertad inmediata te dice: No estés más sujeta a las circunstancias, no seas objeto sexual de los hombres, no seas esclava de nadie, no seas objeto de comercio de nada ni de nadie, no permitas que el sistema te manipule, no le des rienda suelta a tus apetitos, deseos y pasiones, no busques en las cosas, en el hombre, en el sistema al dios que NADA bueno te ofrece.

MUJER: has de tu relación con JESÚS tu natural estilo de vida en uso de plena libertad.

Para hacer lo bueno y recto en su presencia y así por lo que ha hecho por ti dándote el perdón, vida eterna y libertad para que seas la Mujer determinada a afrontar los nuevos retos de la vida, sin cadenas con total confianza en quien te hizo libre para no volver a mirar atrás; para no volver a pecar contra El.

PARA NO VOLVER A MIRAR ATRÁS.